El estreno a mediados de este mes de la primera
entrega de El hobbit traerá consigo el
relanzamiento de la llamada “franquicia del Anillo”. La trilogía de El Señor de los Anillos representó
en su momento la quintaesencia de las event-movies,
esas superproducciones caracterizadas no sólo por convertirse en grandes éxitos
de taquilla, sino por constituir un acontecimiento tanto promocional como
mediático, para terminar convirtiéndose en un fenómeno social y cultural de
primer orden y en un caso de estudio.
Así lo afirma, entre otros, la historiadora del
cine Kristin Thompson, en
su conocido libro The
Frodo Franchise (2007): “El fenómeno [de El Señor de los Anillos] ha impregnado la cultura internacional de
un modo que supera los límites comerciales de cualquier franquicia: política,
educación, deportes y religión, todos estos ámbitos reflejan la influencia de
la película”. Y Ernest Mathjis,
coeditor de varias recopilaciones
de estudios académicos sobre la trilogía del Anillo, añade: “Resulta difícil
hacerse cargo de la presencia pública mundial de El Señor de los Anillos. En el medio siglo desde su aparición, se
ha convertido en una serie de productos reconocidos en todo el mundo (…). Al
mismo tiempo, de un modo menos tangible pero incluso más persuasivo, se ha
convertido en una marca mundial y en una referencia cultural obligada; en una
marca comercial fieramente protegida que ha originado docenas de franquicias y
acuerdos de explotación”. Al mismo tiempo, como también advierte Thompson, “El Señor de los Anillos no es ciertamente una franquicia
cinematográfica al uso”, sino que “nos dice mucho sobre los cambios que se han
producido en Hollywood en esta era de la globalización y los nuevos medios”.
En efecto, todas las cifras relativas a la
explotación comercial de El Señor de los
Anillos resultan, hasta cierto, punto apabullantes. No en vano se ha
convertido en una de las franquicias cinematográficas más rentables de todos
los tiempos, como se refleja a continuación.
Éxito de taquilla
En su paso por los cines del mundo entero, la
trilogía del Anillo dejó la cifra de 2.900 millones de dólares –94 millones de
euros en España–, posicionándose así como la cuarta franquicia más exitosa de
todos los tiempos (si contamos sólo las tres primeras películas de cada saga),
por detrás de Star Wars (ambas trilogías por
separado) y Spiderman.
Cabe apuntar, como dato anecdótico, que España fue uno de los pocos países
donde se estrenaron en los cines las versiones extendidas previamente a cada
una de las siguientes entregas, con notables resultados (víd. tabla adjunta).
Récords de ventas en DVD
La Comunidad del Anillo, vendió el primer año de su
lanzamiento 12,6 millones de copias (versión comercial), siendo el segundo título
más vendido ese año (por detrás de Spiderman, con 12,2
millones), pero el primero en facturación (257,3 millones de dólares, gracias a
los diferentes precios de las ediciones, del que entre un 60 y un 70% irían a
las arcas de
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New Line). A esto habría que añadir otras 7,4 millones de unidades
de la versión extendida.
Las siguientes entregas no desmerecieron en
absoluto: los DVDs de Las dos Torres vendieron
respectivamente 13,2 millones de copias (versión normal) y 6,8 millones (versión
extendida), y obtuvo 305,4 millones de dólares (sólo superado por Buscando
a Nemo en su lanzamiento). Finalmente, El retorno del Rey
vendió 10,9 millones de unidades (versión normal), a los que se sumaron 5,6
millones (versión extendida), por una facturación de 274 millones. En el caso
concreto de esta última entrega, New Line invirtió 16,4 millones de dólares en
la campaña de marketing. En total, la trilogía del Anillo facturó en el mercado
videográfico más de 800 millones de dólares y comercializó 56,5 millones de
copias.
En España, los datos fueron igualmente
sobresalientes. Entre las distintas versiones lanzadas al mercado (ediciones
normales, extendidas, para coleccionistas y limitada), se vendieron más de 3
millones de copias. A esto se une el reciente lanzamiento en Blu-ray, que ha
tenido una acogida formidable: 14.000 unidades de la trilogía en versión
cinematográfica (en menos de un año) y 2.500 unidades de la trilogía en versión
extendida (en tan sólo 4 días).
Debe destacarse el gran esfuerzo que el equipo de El Señor de los Anillos puso para hacer
de los DVDs un producto con un enorme valor añadido. En total, se grabaron más
de 550 horas de vídeo para elaborar el “cómo se hizo”, de las que finalmente se
incluyeron 23 horas como contenidos extras en las ediciones extendidas. Sólo el disco 3 de la versión
extendida de La Comunidad del Anillo
incluye
más de 1.000 páginas de menú y más de 19.000 botones o enlaces.
Un merchandising
para gobernarlos a todos
Para el momento del estreno de La Comunidad del Anillo a finales de 2001, New Line tenía licenciados ya
cerca de un centenar de productos, y calculaba sus beneficios de merchandising en unos 55 millones de
dólares, repartidos entre las principales áreas de productos derivados: libros
(Houghton
Mifflin en Estados Unidos y HarperCollins en el Reino
Unido), juegos de mesa (Hasbro),
videojuegos (Electronic
Arts), juegos de cartas (Topps),
juegos de rol (Decipher
y Games
Workshop), disfraces (Giant), figuritas coleccionables (Sideshow)
y objetos varios (Applause).
A partir de ese momento, los esfuerzos se
multiplicaron y en el momento del lanzamiento del DVD de El retorno del Rey (versión cinematográfica), eran más de 300 los
productos licenciados, desde juguetes a ropa de cama, desde papelería hasta
juegos de mesa, amén de trajes y armas de cada uno de los personajes. Por
entonces, New Line declaró unas ventas de merchandising
en todo el mundo por valor de 750 millones de dólares, más del doble del coste
total de la trilogía. Aún así, cada nuevo lanzamiento en DVD (versiones
extendidas y ediciones especiales) traería consigo sucesivas promociones de
productos derivados. Actualmente, la tienda virtual The Lord
of the Rings Fanatics Shop ofrece en su catálogo más de 600 productos
relacionados con Tolkien, divididos en 70 categorías.
En el terreno de los videojuegos, se han desarrollado hasta la fecha al menos una decena
(la mayoría, a partir de las películas). En concreto, Electronic Arts ha comercializado
siete títulos: Las dos Torres (2002),
El retorno del Rey (2003), La Tercera Edad (noviembre 2004), La batalla por la Tierra Media (2004), ESDLA: Tácticas (2005), La batalla por la Tierra Media II
(2005), ESDLA: El Concilio Blanco (2007).
Franquicia editorial y musical
A esto hay que añadir la riqueza bibliográfica que
las producciones de Peter Jackson han generado, entre las que se encuentran los
álbumes
oficiales, las guías visuales, libros de fotos, libros de arte y otras
publicaciones complementarias que giran en torno a las películas. Todas estas
publicaciones han sido traducidas al castellano y publicadas por Minotauro. En
suma, el tesoro de todo coleccionista y unas piezas de referencia para el mundo
académico, como veremos en el siguiente epígrafe.
La fuerza del fenómeno del Anillo aún había de
tener ulteriores desarrollos en un campo tan privilegiado como el musical. En efecto, sólo en Amazon
pueden encontrarse más de 40 productos
musicales relacionados directa o indirectamente con El Señor de los Anillos. Por otro lado, la “Sinfonía
de El Señor de los Anillos”, compuesta y dirigida por
Howard
Shore,
ha
recorrido los cinco continentes desde su puesta de largo en Nueva Zelanda y ha
realizado casi 80 conciertos con un éxito de público sin precedentes.
La sombra del Anillo es alargada
Sea por el atractivo de su historia, sus temas y
sus personajes, o sea por su tremendo impacto comercial, lo cierto es que el
poder del Anillo perdurará en el tiempo, más ahora que se prolongará en una
nueva trilogía. Así lo afirma Kristin
Thompson: “La franquicia de El Señor
de los Anillos no ha terminado, ni lo hará en muchos años… De modo regular
emergen nuevos síntomas de la influencia de la trilogía en la industria del
cine, y algunos parecen ser ejemplos significativos que bien reforzarían mi
teoría de que se trata de una de las películas más importantes de la historia”.
Al igual que Tolkien lo hizo en el ámbito de la
literatura universal, Peter Jackson se ha ganado un puesto en la historia del
cine. E incluso más allá. No falta incluso quien aboga por introducir su hazaña
cinematográfica como caso de estudio en el ámbito universitario. Peter Bart, director
de Variety,
afirma en su libro Boffo!
How I Learned to Love the Blockbuster and Frear the Bomb (2006): “Todos los argumentos de la
sabiduría convencional pesaban en contra de la decisión de llevar a cabo la
trilogía del Anillo. Y hete aquí que su extraordinario éxito produjo gran
satisfacción en unos y gran confusión en otros. El Señor de los Anillos vino a contradecir de plano todas aquellas
estrategias conservadoras de evitar el riesgo a toda costa, promulgadas por
esos sabios ejecutivos de las grandes corporaciones. Con toda seguridad,
deberían reescribirse los modelos utilizados por los graduados de escuelas de
negocios que pululan alrededor de Hollywood”. En los próximos artículos, abundaremos
en las claves que explican el éxito de esta adaptación cinematográfica como
empresa, bajo el liderazgo de Peter Jackson.
Para
quien desee conocer con mayor detalle la explotación comercial de esta
franquicia, recomendamos el capítulo 6 del libro El Señor
de los Anillos: del libro a la pantalla (PortalEditions, 2012).
© Alejandro Pardo, 2012. Quedan
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