Suele decirse que en tiempos de crisis o de conflicto bélico el consumo
de entretenimiento aumenta o, por lo menos, no desciende significativamente. El
ciudadano de a pie se refugia en esos medios que le proporcionan la evasión
necesaria, ante la cruda realidad circundante. Así parece suceder también en
nuestros días.
Según datos de Screen Digest,
el consumo cinematográfico mundial alcanzó los 63.000 millones de
dólares el año pasado. En esta cifra se incluye el mercado cinematográfico
(salas de cine), el videográfico (Blu-ray o DVD, tanto venta como alquiler), el
televisivo (de pago) y las distintas opciones a través de internet (online
video-on-demand y streaming). Esta cifra confirma la tendencia
alcista de un contenido (el cine) que sigue siendo uno de los preferidos en
entre las opciones de ocio y entretenimiento. Sin embargo, como apunta esta
misma fuente, debe matizarse un hecho importante: este crecimiento se ha debido
a la expansión de los mercados emergentes (Europa central y oriental,
Asia-Pacífico y Sudamérica), que palian la contracción de los mercados tradicionalmente
más potentes (Norteamérica y Europa occidental), en regresión desde 2007. Aún
así, estos últimos siguen representando todavía dos tercios del total del gasto
cinematográfico (consumo de películas en los diferentes medios).
Fuente: Screen Digest |
Mercado cinematográfico: precio de entrada vs. nº de espectadores
La taquilla mundial alcanzó los 33.200 millones de dólares en
2011, un nuevo récord histórico que supera en 4,5% el del año anterior (31.800 millones
de dólares). Sin embargo, como es bien sabido, este logro se debe más al
aumento del precio de entrada –de la que el cine en 3D es responsable en un
gran tanto por ciento–, que a una mayor afluencia de espectadores. En efecto, el
público cinematográfico sigue a la baja. Según esta misma publicación, el número
de espectadores en el mundo se redujo en un 2,5% en 2011, sumando 6.800
millones, si bien los analistas achacan este descenso a causas externas a la
propia industria (desde la crisis económica a los desastres naturales). Curiosamente,
el número de salas de cine aumentó un 3,2% (127.000) con respecto al año
anterior, gracias al crecimiento de mercados en expansión como China, Brasil y
Rusia, a los que habría que añadir Turquía, Croacia y Colombia.
Fuente: Screen Digest |
Tal y como se comentaba en un artículo
anterior, los estudios de Hollywood siguen pendientes del funcionamiento de
sus películas en las taquillas internacionales. El año pasado, el mercado
internacional supuso el 69% del total (22.900 millones de dólares), con
China y Japón a la cabeza. Según las predicciones, el gigante asiático se
convertirá este año en el segundo mercado cinematográfico mundial, detrás de
Estados Unidos.
Mercado videográfico o doméstico
El consumo de películas en el hogar a través de DVD y Blu-ray ha
sufrido un ligero descenso. En este caso, los países emergentes no logran
aportar una contribución significativa a los mercados occidentales –estancados
desde hace un lustro– tanto por el elevado índice de piratería como por la falta
de desarrollo de infraestructura. Como consecuencia, Norteamérica y Europa
occidental, y en menor medida Asia, siguen suponiendo casi el 90% del total del
mercado. Sin embargo, en 2011, los ingresos del mercado videográfico en
Norteamérica y Europa occidental apenas supusieron el 30% del total de consumo
cinematográfico (un descenso de diez puntos en siete años).
Fuente: Screen Digest |
Por lo demás, el comportamiento del consumidor doméstico varía
mucho según países. Mientras que el alquiler de películas en vídeo ha mermado
considerablemente en Europa occidental, en Japón y Norteamérica sigue siendo
una opción de consumo importante, gracias al éxito de nuevos servicios como
Redbox y NCR.
Resistencia al consumo online
Otro dato a tener en cuenta es el lento despegue del consumo online
de películas. La compra o alquiler de películas a través de internet supuso
apenas un 2% del total de gasto de películas en Norteamérica el año pasado, e
incluso un poco menos en los países de Europa occidental. Estos datos
contrastan con los pronósticos manejados por algunas consultoras y analistas de
negocio. Para Screen Digest, esta realidad se explica tanto por la
fragmentación de mercados causada por las barreras lingüísticas y culturales,
como por la limitación de la oferta y la mejorable calidad de los servicios. A
esto habría que añadir, en mi opinión, la pervivencia de unos “usos y
costumbres” analógicos en el consumo, parejos a lo que ocurre con la prensa diaria
o la industria editorial.
El cine sigue siendo “el rey”
Un último fenómeno que destaca esta publicación en su breve análisis de
tendencias sobre el consumo de películas en el mundo es la preferencia
del espectador por la experiencia cinematográfica. Llama la atención que
en países emergentes, donde la piratería campa a sus anchas, la asistencia a
las salas de cine va en aumento año tras año, obligando a la expansión del
sector (sólo en China se abrieron ocho salas nuevas cada día, a lo largo de
2011). Por otro lado, como se ha explicado al principio, el reajuste al alza
del precio de entrada en los mercados consolidados palian el estancamiento del
público cinematográfico y mantienen una taquilla más o menos creciente.
Como resultado, se espera que los ingresos de taquilla a nivel
mundial asciendan estos años de los 32 millones de dólares (el 50% del
total de ingresos por consumo de películas) en 2011 a los 41.000 millones en
2015 (59%). De esta cifra, 6.000 millones procederán de Asía-Pacífico, Europa
central y oriental y Sudamérica, y 4.000 millones de Norteamérica y Europa
occidental –dibujando un nuevo mapa de mercados protagonistas–. De igual modo,
se pronostica que el consumo total de películas a nivel mundial rozará la
cota de 70.000 millones de dólares para ese mismo año.
Muy probablemente, cuando lleguemos a ese momento, las cifras
resultantes no serán exactamente las que aquí se dibujan, pero sí se constará las
tendencias apuntadas, con algunos matices. Lo apunto en tres titulares
(algunos de ellos ya mencionados en un artículo
anterior): 1) Existirá un mayor equilibrio, desde el punto de vista de
facturación, entre los mercados consolidados (Norteamérica y Europa occidental)
y los emergentes (Europa central y oriental, Asía-Pacífico y Sudamérica); 2) El
mercado doméstico tal y como lo conocemos (vídeo y DVD) se reducirá en gran
medida, en beneficio de las opciones de consumo online, que se
consolidarán como segundo mercado; y 3) Las salas de cine seguirán siendo la
opción preferida por el público cinematográfico, si bien se irá produciendo
cada vez más una discriminación positiva en el tipo de película que se estrena
en salas y la que irá directamente al mercado doméstico.
© Alejandro Pardo, 2012. Quedan
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