miércoles, 31 de octubre de 2012

Mickey Mouse se alía con Luke Skywalker

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La noticia explotó ayer como una bomba: la compañía Disney han llegado a un acuerdo con George Lucas para adquirir Lucasfilm y todo lo que este sello significa: algunas de las franquicias más exitosas de todos los tiempos (Star Wars e Indiana Jones), y algunas de las empresas tecnológicas más punteras en postproducción (Skywalker Sound e Industrial Light & Magic) y en videojuegos (LucasArts). Todo ello por el “módico” precio de 4 mil millones de dólares.
 Detrás de esta noticia sorprendente hay que ver una estrategia empresarial cuidadosamente diseñada, que comenzó a mediados de la década pasada. Consciente de la evolución de la industria y el mercado audiovisual, impulsada por la revolución digital, Bob Iger, presidente y CEO de Walt Disney, tuvo muy claro que la clave del liderazgo en un futuro cada vez más competitivo y “multiplataforma” pasaba por la capacidad de generar personajes e historias de éxito o, en su defecto, aliarse con (o adquirir a) quienes han sido capaces de hacerlo.
En efecto, durante décadas, los estudios Disney habían sido el referente en la creación de relatos memorables –la mayor parte, de animación–. Sin embargo, a mediados de los años 80 la savia creativa que lo inspiraba pareció agotarse. La entrada al frente del estudio del tándem Michael Eisner-Jeffrey Katzenberg tuvo el efecto deseado. Su logro principal consistió en volver a convertir a Disney en una fábrica de nuevos “clásicos” –como La Sirenita (1989), La Bella y la Bestia (1991), Aladino (1992) o El Rey León (1994)–. Con todo, el comienzo de milenio fue otro momento de desorientación para el gigante del entretenimiento. Bob Iger –que había entrado como presidente en 2000– sustituyó a Eisner como nuevo director general en 2005. A partir de ahí, comenzó a poner los fundamentos de la nueva compañía, para prepararla con vistas al nuevo escenario digital. Sus decisiones estratégicas se apoyaban en dos pivotes fundamentales: alianzas creativas y alianzas tecnológicas. Las primeras se concretaron en la compra de Pixar en 2006 y de Marvel en 2009. La segunda, en su “matrimonio” con Apple: Steve Jobs se convirtió en uno de los principales accionistas de Disney y más recientemente Iger entró a formar parte del consejo de administración de Apple.
Con todo, hay que mencionar que la relación entre Disney y Lucasfilm comenzó en 1987, año en que se inauguró el primer Star Tour en el Disneyland original (Anaheim, Los Ángeles) –al que siguieron los de Orlando, París y Tokio. Más tarde Indiana Jones se sumó a los parques temáticos. Y la ABC ha estado desarrollando una serie sobre Star Wars.
Detalles del acuerdo
Bien mirado, el acuerdo le ha salido redondo a Disney. Para empezar, George Lucas había comunicado recientemente su deseo de retirarse del negocio que él mismo había levantado durante los últimos cuarenta años. Por otro lado, él era el único propietario del imperio Lucas, así que no hacía falta poner de acuerdo a una pléyade de accionistas. Y por último, viendo el precio que Disney ha pagado (4.050 millones de dólares), casi puede hablarse de saldo. En efecto, llama la atención esa cifra si la comparamos con los 7.400 millones de dólares que desembolsó para hacerse con Pixar y los 4.200 que le costó adquirir el sello Marvel. No hay que olvidar que sólo la saga Star Wars ha recaudado 4.400 millones de dólares en las taquillas del mundo entero, y mucho más en DVDs, videojuegos y merchandising. Con todo, debe decirse que el precio en el que se ha tasado Lucasfilm se basa en su cotización en bolsa en el momento de la compra. De la cantidad total, Disney ha aportado la mitad en metálico y la otra mitad en acciones (40 millones, nada más y nada menos), que han ido a parar al bolsillo de Lucas.


Tal y como estipula en el acuerdo, el sello Lucasfilm se mantendrá unido a las franquicias por él generadas (Star Wars e Indiana Jones). Al frente de esta compañía seguirá una de las mujeres más importantes de Hollywood, Kathleen Kennedy, a quien Lucas puso al frente de su compañía en junio al anunciar su retirada. Kennedy fue cofundadora de Amblin Entertainment junto con Steven Spielberg, con quien coprodujo las películas de Indiana Jones. A partir de ahora, esta productora ejecutiva será la responsable de supervisar todos los aspectos de las franquicias de Lucas, bajo las órdenes del responsable de los estudios Disney, Alan Horn. En cuanto al resto de compañías del emporio Lucas (Skywalker Sound, Industrial Light & Magic y LucasArts), basadas en San Francisco, seguirán operando como hasta ahora.
Star Wars renace bajo la sombra de Mickey Mouse
Al mismo tiempo que Iger y Lucas daban a conocer el acuerdo, anunciaron el estreno de una nueva entrega de Star Wars en 2015. De hecho, la nueva estrategia de producción de Disney, en palabras de su presidente, consistirá en sacar al mercado entre cuatro y seis películas no de animación al año, con un nuevo título de la saga creada por Lucas cada dos o tres años. El resto incluirá una o dos películas del sello Marvel, una de Pixar y otra de de animación de Disney. “Preferimos centrarnos en franquicias o películas de uno de nuestros sellos que producir películas indeterminadas”, ha declarado Iger.
            No es de extrañar, ya que explotar bien una franquicia siempre es un camino más seguro y menos arriesgado –pese al desastroso resultado de John Carter (2012)–. En palabras de Iger, “Star Wars es una de las marcas de entretenimiento más valiosas de todos los tiempos, una fuente perdurable de contenido de alta calidad y con un atractivo global. Además, encaja perfectamente en nuestra estrategia de potenciar los nuevos modelos de negocio en las plataformas digitales”. Las cifras, así lo demuestran: sus 17.000 personajes han generado unos ingresos de 215 millones de dólares en merchandising en el último año. 
Exposición sobre STAR WARS en Madrid, 2009
A partir de ahora, habrá más leña que alimente el fuego de las galaxias. Muchos se preguntan –con razón– cuál será la reacción de los fans de Star Wars. Existe un fundado temor a que se desvirtúe o malogre una saga que ha sido mimada hasta ahora por su creador. Siempre existirá el riesgo. Sin embargo, en mi opinión hay que tener en cuenta un par de factores: primero, que el universo de ficción creado por Lucas llega mucho más allá  mucho más de lo que hemos visto en las películas –es casi una cosmogonía, y  ha sido ya explotado a través de novelas, cómics y videojuegos; y segundo, con toda seguridad, esas continuaciones contarán con la supervisión y aprobación de Lucas (al menos mientras viva).
Por otro lado, será interesante observar también la reacción de los estudios rivales.  De momento, el más sorprendido ha sido la 20th Century Fox, para quienes esta decisión de Lucas ha sido un golpe bajo (eran los distribuidores de la saga de las galaxias desde 1977). Disney ha movido ficha: con toda probabilidad en los meses venideros se producirán nuevas adquisiciones o fusiones, sobre todo de aquellos que no quieren ser expulsados del tablero de juego.
Un retiro dorado y una decisión paradójica
En sus declaraciones con motivo de este acuerdo, George Lucas ha manifestado: “Durante los últimos 35 años, uno de mis mayores placeres ha sido ver cómo Star Wars pasaba de una generación a otra. Ha llegado el momento de que pase también a una nueva generación de cineastas. Siempre he pensado que Star Wars me sobreviviría, y pensaba que era importante asegurar la transición durante el tiempo que me quede de vida. Confío en que con Kathleen Kennedy al frente de Lucasfilm y teniendo nuestro hogar dentro de la organización Disney, Star Wars perdurará y florecerá durante muchas generaciones venideras”.  
A más de uno habrán extrañado estas palabras, y también la actitud de Lucas. Al fin y al cabo, Lucas ha sido siempre un francotirador, un cineasta “independiente”, crítico con el sistema de estudios. Quizá por ello mismo, más de uno habrá visto una claudicación o un comportamiento, cuanto menos, paradójico. ¿Qué razón hay detrás? El mismo Lucas lo explica en este vídeo.


Sea como fuere, los estudios Disney están de enhorabuena. Y que mejor manera de cerrar este artículo con las palabras que Bob Iger dirigía a los empleados de su compañía para anunciar el acuerdo y dar la bienvenida a su nuevo socio: “George Lucas es un visionario, un innovador y un narrador de historias épicas, y nos sentimos profundamente honrados de que haya confiado el futuro de su extraordinaria herencia creativa a Disney (…). Estamos muy iluisionados con esa adquisición y creemos firmemente que podemos hacer grandes cosas con estos increíbles activos. Por favor, uníos a mí para dar la bienvenida a Lucasfilm a la familia Disney”.
May the Force be with you, Disney, always”.


© Alejandro Pardo, 2012. Quedan reservados todos los derechos. Puede reproducirse el contenido de este blog con permiso del autor.

3 comentarios:

  1. Hola, Alex:

    Me pregunto si con esta transacción, los beneficios que recibía Lucas por el RenderMan vuelven a Pixar.

    Gracias.

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  2. Pues es una buena pregunta, Ana Mª. La verdad es que no lo sé (y tampoco he encontrado información en la red). En cualquier caso, ahora todo quedará "en casa" (de Mickey Mouse...)

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    1. Y tan en casa, ¿te has fijado que los guionistas de grandes éxitos de Pixar, como Joss Whedon (Toy Story 1) y Michael Arndt (Toy story 3), se están haciendo cargo de las nuevas franquicias de Disney? ¿Estaremos ante la pixarización de estas marcas...?

      Un saludo

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