Iniciamos hoy una serie de
artículos en el que abordaremos el consumo de películas en España, a través de
las distintas ventanas o mercados (cine, vídeo, televisión e internet). La
intención no es otra que valorar hasta qué punto está cambiando el paradigma
del consumo audiovisual, a raíz de la digitalización y la implantación de las nuevas tecnologías.
Para ello, debemos comenzar con
un análisis de la evolución de cada una de estos ventanas a lo largo de la
última década. En el caso del mercado
cinematográfico, se aprecia un decrecimiento imparable. Entre 2002 y 2012,
el número de espectadores se ha reducido en un 37% (de 140,7 millones a 91,4),
siendo esta caída más pronunciada en el caso de las películas extranjeras que en
las españolas. De igual modo, la media anual de asistencia al cine por
habitante ha pasado de 3,4 en 2002 (una de las más altas de Europa, por
entonces) a 1,9 en 2012 (ver gráficas 1 y
2).
Fuente: ICAA |
Fuente: Media Sallles |
Por su parte, el mercado videográfico (DVD y Blu-ray) no
ha corrido mejor suerte. La desaparición de la copia física y la actual
coyuntura económica han llevado a una drástica caída en el volumen de
facturación (gráfica 3), que ha
pasado de 292,8 millones de euros en 2001 a 82,5 en 2012 (-71,8%), según datos
de la SGAE.
Resulta interesante observar cómo este descenso es más acusado en el caso del
alquiler (-90,7%) que en la venta directa (-60,8%).
Fuente: Anuario SGAE |
El mercado televisivo, desde el punto de vista del consumo, se
consolida como el más boyante. Entre 2002 y 2012 ha crecido en un 16%, y en la
actualidad el español medio dedica más de cuatro horas a ver televisión (gráfica 4). Conviene reseñar igualmente
que, entre los diversos tipos de contenidos, la ficción (películas y series)
ocupa un lugar preferente en tiempo de emisión, como recoge la gráfica 5. La cara oscura, no obstante,
es el dramático descenso de los ingresos publicitarios a lo largo de este mismo
período, que ha puesto a las cadenas en una delicada situación económica.
Fuente: Kantar Media |
Fuente: Kantar Media |
Finalmente, en relación al mercado online,
el porcentaje de usuarios de internet no ha dejado de crecer durante esta
última década, pasando del 40% de la población española en 2004 al 70% en 2012
(véase gráfica 6). Según el último barómetro
CIS sobre nuevas tecnologías (junio de 2012), el 41,8% de los internautas
utilizan la red para descargar música, películas y vídeos, y el 14,4% para ver
televisión. Con
todo, las cifras de facturación por consumo online
de películas son todavía muy modestas, aunque su crecimiento es exponencial. Según
Screen
Digest, superará los 12 millones de euros en 2012, siendo la modalidad
de alquiler la más popular (gráfica 7).
Fuente: INE |
El dibujo que ofrece el panorama
español no difiere mucho de lo que ocurre en otros países de su entorno. Nos
encontramos todavía en los años de transición entre un modelo y otro, donde
conviven diferentes hábitos de consumo ligados al relevo generacional. Aparte,
los mercados analógicos tradicionales, basados en la distribución de copias
físicas (cine y vídeo) o en la venta de publicidad sobre esquemas de
programación rígidos (televisión) se encuentran ya dando pasos hacia nuevos
modelos de negocio, más acordes con la fragmentación de audiencias y el consumo
personalizado.
En los próximos artículos
ofreceremos los resultados de una encuesta que hemos realizado sobre el consumo
de películas a través de diferentes pantallas en nuestro país y, a raíz de
ello, comentaremos otros temas de interés como la piratería y el potencial del
mercado online.
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