Si algo
muestra el impacto de la digitalización en los mercados audiovisuales y en el
consumo de los contenidos de ficción y entretenimiento es el cambio
de modelo en la distribución, al que ya hemos hecho alusión anteriormente.
Tal y como anunciábamos en el último artículo, ofrezco aquí algunos resultados parciales
de un estudio que hemos llevado a cabo un grupo de profesores de la Facultad de
Comunicación de la Universidad de Navarra
sobre las variaciones que las nuevas tecnologías han impuesto en la “dieta” del
consumo de medios en España. En este caso particular, nos centraremos en la relación
entre cine y pantallas; o, dicho con
otras palabras, dónde preferimos ver y dónde vemos de hecho las películas (en
las salas, en la televisión, en DVD o Blu-ray, o a través de internet), incluyendo
las diferencias según algunas variables sociodemográficas (sexo, edad y nivel
de estudios). Estos datos se basan en una encuesta original
encargada al Centro
de Investigaciones Sociológicas (CIS) en junio de 2012, sobre una muestra
representativa de la población española.
¿Dónde
vemos las películas?
La tabla 1 recoge los resultados a una
primera pregunta básica: en qué soportes o pantallas solemos ver las películas, según un grado de frecuencia. Como se aprecia, la televisión sigue siendo el medio más usado por los españoles (50,9%
de la población de nuestro país ve películas en este medio “a menudo” o “muy a
menudo”), seguido por los ordenadores
o dispositivos digitales (tabletas,
videoconsolas, móviles) (20,7%) y el vídeo (19,1%). El cine se sitúa en último término, si
bien su presencia sigue siendo significativa (15,6%).
Fuente: Elaboración propia |
En cuanto a
las variables sociodemográficas, la encuesta revela que, desde el punto de
vista del sexo, los hombres van más
al cine que las mujeres y también son más proclives al consumo de películas a
través de la red. Las mujeres, en cambio, son espectadoras más asiduas de películas
en televisión. Con respecto a la edad,
existe una correlación entre algunos segmentos de la población y la frecuencia
de consumo de películas en algunas pantallas. Según la población envejece,
disminuye la asiduidad al cine y al visionado de películas a través de
dispositivos digitales. En cambio, no existen diferencias apreciables en lo
relativo a la televisión o al DVD/Blu-ray, medios tradicionales en todos los
hogares. Este hecho no deja de tener interés, porque explica la llamativa
polarización del uso de ordenadores o dispositivos digitales de la figura 1
(ocupan a la vez el segundo puesto de
pantallas más frecuentes y el primero de las infrecuentes). En otras palabras,
son los jóvenes quienes están marcando un nuevo modelo de consumo audiovisual,
en el que internet tiene un papel muy significativo.
Por último, en
cuanto al nivel de estudios, esta investigación
muestra que existe una correlación entre el grado educación recibida (desde los
que no tienen estudios o ha adquirido estudios elementales, hasta aquellos que
poseen titulación universitaria) y el uso de determinadas pantallas. La
población con mayor nivel de estudios acude más al cine y consume más películas
en DVD/Blu-ray y a través de internet. En cambio, los españoles con estudios
más elementales o sin estudios son los que más películas ven en televisión. Si
tenemos en cuenta que el nivel de estudios suele mantener un paralelismo con el
nivel de renta, se entiende que la realidad sea así. El cine sigue siendo la
ventana más cara desde el punto de vista de la discriminación de precios en la
explotación comercial; al mismo tiempo, disponer de determinados aparatos
(DVD/Blu-ray, ordenador o tableta) suele indicar un determinado nivel de renta.
En cambio, la televisión es mayoritariamente gratuita y se ha convertido en el
aparato con mayor penetración en los hogares (96%).
¿Dónde
preferimos ver las películas?
La tabla 2 ilustra los resultados a una
segunda pregunta básica: en qué soportes o pantallas preferimos ver películas. En este caso, no tenemos en cuenta la
realidad (dónde de hecho, vemos las
películas) sino el gusto o preferencia (dónde nos gusta más
verlas). Los resultados muestran un interesante contraste respecto de la
primera tabla.
Fuente: Elaboración propia |
El español
medio no duda de que el mejor lugar para disfrutar de la experiencia
cinematográfica son las salas de cine
(89,9%), seguido de modo muy parejo por la televisión
(60,2%) y el vídeo (59,3%). Los ordenadores y otros dispositivos digitales, si bien se
aproximan al 50%, figuran como última opción desde el punto de vista de gusto o
preferencia, lo cual –a nuestro juicio– es un claro índice de que, más allá de la
portabilidad y la accesibilidad, el tamaño de la pantalla importa. De igual
modo, la constatación de los cines como lugares preferidos explica –en nuestra
opinión– que el descenso del número de espectadores, aunque constante, no haya
sido tan dramático como el caso del consumo de vídeo, por ejemplo (ver artículo
anterior).
Desde el punto
de vista de las variables
sociodemográficas, los resultados son parejos a los comentados en el caso
anterior, si bien las diferencias son menores. Entre todas las ventanas, la televisión es la que muestra las
mayores contrastes según sexo, edad y nivel de estudios, al hilo de lo expuesto
en el anterior caso. En este sentido, las preguntas “qué pantalla te gusta más
para ver películas” y “dónde ves películas” se identifican.
A
modo de conclusión
En suma, esta
encuesta refleja –a nuestro modo de ver– cómo el mercado audiovisual español
–al igual que ocurre en otros países– se encuentra en medio de un cambio de
paradigma, donde conviven todavía el modelo analógico y el digital. La
migración será paulatina, porque depende sobre todo de unos hábitos de consumo
adquiridos. En este sentido, la edad
es a nuestro juicio la variable sociodemográfica fundamental. Dentro de no
mucho tiempo, la mayoría de la población estará formada por los nativos
digitales, acostumbrados a la portabilidad, la accesibilidad y la
autogestión en el consumo de contenidos. El mantenimiento de las salas como
lugares idóneo para gozar de la experiencia cinematográfica, la anunciada
desaparición de la copia física (DVD-Blu-ray) y la conversión de la televisión
en un negocio de consumo personalizado (fragmentación de audiencias) llevará a
la bipolarización de mercados y
contenidos ya comentado en otras ocasiones: por un lado, las salas de cine,
para películas o eventos espectaculares; y por otro el entretenimiento
doméstico (home entertainment),
fusión de la televisión e internet, para el consumo familiar o personalizado.
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Definitivamente todas las peliculas gratis que están en la lista me parecen geniales y muy bonitas, sobre todo las que son románticas, aquellas que despiertan muchos sentimientos hermosos.
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