miércoles, 20 de febrero de 2013

Goyas 2013: Los nuevos aires del cine español


El pasado domingo el cine español desfiló por la alfombra roja, fiel a su cita anual con los Premios Goya. No hubo grandes sorpresas, aunque el evento no estuvo exento de cierto suspense final. La resaca de estos primeros días permite ofrecer un balance algo más sosegado. Y la primera realidad que salta  a la vista es que el cine español confirma esos nuevos aires que ya venía anunciando en años anteriores: se trata de un cine que ha recuperado el respeto de su propio público y del público internacional; un cine que ya no puede ser tildado de un género en sí mismo, sino que compite en igualdad de condiciones con películas de cualquier parte del mundo; un cine en el que florece la savia nueva de jóvenes talentos –junto con la maestría de cineastas veteranos–; un cine que deja ver cómo el nivel creativo y técnico de nuestros profesionales ha alcanzado cotas hasta ahora inimaginables.


Pablo Berger       (Fuente: El País)        J. A. Bayona
Blancanieves ha sido la gran triunfadora, sin demérito alguno para las otras candidatas. Esta singular y original obra de Pablo Berger partía como favorita, y ha obtenido 10 de los 18 premios a los que aspiraba (entre ellos, Mejor Película y Mejor Guión Original). Le faltó la guinda de la Mejor Dirección, arrebata por el inconmensurable J. A. Bayona de Lo imposible, película que también se llevó un total de 5 premios (la mayoría en aspectos técnicos). Grupo 7, de Alberto Rodríguez, obtuvo el reconocimiento en dos categorías interpretativas y la última película de Trueba, El artista y la modelo tuvo que contentarse con las 13 nominaciones. Aparte, Las aventuras de Tadeo Jones fue la otra gran afortunada, al obtener 3 de los 5 premios en los que competía (Mejor Película de Animación, Mejor Director Novel y Mejor Guión Adaptado).


Las cuatro películas nominadas a la categoría de Mejor Película –según ha sido ampliamente comentado– reflejan una variedad de géneros y estilos propios de una cinematografías madura y abierta, que combina la calidad artística con el atractivo comercial. La agridulce versión muda del cuento de los Hermanos Grimm encandila por su entramado de contrastes –luz y oscuridad, crueldad y ternura– por los que desfilan unos personajes tan variopintos como entrañables. El tsunami de Bayona ha arrastrado a millones de espectadores en el mundo entero, provocando un brutal remolino de emociones. La apuesta estética de Trueba realza el cine autoral, y el thriller policiaco de Rodríguez, situado en la Sevilla de la Expo, posee los mejores ingredientes del género.




Desde el punto de vista de recaudación y espectadores (véase tabla adjunta) se aprecia la enorme diferencia entre los títulos más comerciales (Lo imposible y Tadeo Jones) y los dos últimos más autorales (si bien el reestreno de Blancanieves posibilitará  que supere el millón de euros de recaudación).
Fuente: ICAA
Habrá que esperar a los datos de explotación en los mercados internacionales para comprobar el tirón de nuestro cine más allá de nuestras fronteras. De momento, las dos primeras llevan una buena carrera. Lo imposible se ha estrenado en 50 países y lleva recaudados 140 millones de euros; Tadeo Jones ha llegado ya a 15 países, aunque no se conocen todavía datos de recaudación. Y muy probablemente las películas de Berger y Trueba obtengan también un buen espaldarazo internacional (número de países), dentro de su carácter más especializado.

Al mismo tiempo, los Premios Goya de este año han puesto de relieve la calidad y competencia profesional de nuestros técnicos y artistas. Tal es el caso de Pau Costa y Félix Bergés (de El Ranchito), responsables de los efectos especiales de Lo imposible, que han dejado con la boca abierta a más de un experto de Hollywood (baste con comparar la secuencia del tsunami con la de la película Más allá de la vida). De hecho, han logrado también el premio a los mejores efectos especiales que otorga la Visual Effects Society (VES) norteamericana. En esta misma línea, Sandra Hermida, premiada con el Goya a la Mejor Dirección de Producción por Lo imposible, comienza a labrarse una carrera cada vez más internacional. Y lo mismo cabe afirmar de Paco Delgado, Goya al Mejor Diseño de Vestuario, entre cuyos últimos trabajos se encuentra Los miserables (2012) o de Oriol Tarragó, premiado –entre otros– por su diseño de sonido en la película de Bayona.


       Capítulo aparte merece la animación. El Goya de Tadeo Jones no ha sorprendido a nadie y, francamente, es muy superior a las otras cintas candidatas. Muy esperanzador resulta el panorama que apuntan los cortometrajes de animación –en especial, el magnífico El vendedor de humo, de la escuela Primer Frame, que recuerda a El hombre orquesta (2005) de Pixar–, detrás de los cuales se aprecia un talento deslumbrante.


       En suma, el panorama creativo, artístico y técnico de nuestro cine resulta, cuanto menos, alentador. Esperemos que la actual coyuntura económica no lo ahogue, y que la puesta en marcha del think tank para hallar fórmulas estables de financiación dé sus frutos. Nuestro cine lo merece.

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