martes, 31 de diciembre de 2013

Industria del entretenimiento: Diez titulares destacados de 2103

Termina 2013, un año complicado en muchos frentes. En este último artículo ofrezco una selección de eventos relevantes acontecidos a lo largo de estos doce meses. Unos han sido recogidos en artículos anteriores; otros aparecen destacados en este resumen final. Aunque el criterio para incluirlos sea discutible, todos ellos pueden considerarse hitos en la industria del entretenimiento a ambos lados del Atlántico.

1) J.J. Abrams releva a Georges Lucas
            
       La noticia saltó como una bomba a comienzos de año. Tras barajar múltiples nombres, Disney y Lucasfilm confiaban a J.J. Abrams la misión de llevar a cabo la continuación de Star Wars. La decisión no dejaba de resultar sorprendente, habida cuenta de que Abrams ha unido su nombre a la saga Star Trek, la franquicia competidora (en concreto ha dirigido las dos últimas películas y producirá la tercera). Quizá fuera por ello mismo, o sin más porque la tentación se confirmó irresistible, el caso es que el creador de Lost (emitida por la ABC, de Disney, por cierto) acabó aceptando. No se conoce otro caso igual en Hollywood (algo así como si Mouriño o Guardiola entrenaran a la vez al Madrid y al Barcelona). De momento, Abrams ha asumido el control total de la nueva galaxia, y firmará tanto el guión como la dirección. La primera película de la nueva trilogía (episodio VII) se estrenará en diciembre de 2015. Disney ha querido apostar sobre un valor seguro, y los términos económicos del acuerdo no saldrán a la luz. Por delante tiene una oportunidad de reflotar una de las franquicia cinematográficas más exitosas de todos los tiempos, sabedor de que de esta primera película depende el tirón comercial de las siguientes.

2) Gravity: renacer del ser humano en el espacio
            
        Gravity se ha convertido en la sensación cinematográfica del año. Quien la haya visto comprenderá el alcance de estas palabras. Alfonso Cuarón ha dirigido un filme destinado a convertirse en un clásico del género espacial, a la altura de Odisea 2001, del maestro Kubrick. Resulta muy sintomático que un director de la talla de James Cameron declarara sin ambages: “Después de verla me quedé de piedra, absolutamente anonadado. Creo que es la mejor película del espacio que se ha hecho nunca”. Y es que Cuarón ha conseguido realizar una película única, capaz de narrar de manera desnuda una conmovedora historia de renacimiento del ser humano, incubado el inmenso útero solitario y silencioso del espacio. El espectador se sumerge en una experiencia sensorial pocas veces antes vista en la gran pantalla, y flota a la deriva hasta el gran clímax telúrico final, doloroso y traumático como un parto. Con un presupuesto cercano a los 100 millones de dólares, ha superado los 650 en el mundo entero, y se posiciona como una de los títulos favoritos a los Oscars (4 nominaciones a los Globos de Oro, incluyendo Mejor Película, Mejor Dirección y Mejor Actriz).

3) Microsoft adquiere Nokia
            
        El nuevo tablero de la digitalización obliga a mover ficha y a diseñar nuevas estrategias de sinergias, en especial si las siguen los competidores. Este es el caso de la adquisición de la división de telefonía móvil de Nokia por parte de Microsoft, anunciada el pasado mes de septiembre, y que será ejecutada a lo largo del primer trimestre del año entrante. El desembolso total asciende a 5.440 millones de euros, un tercio de los cuales servirá para adquirir las patentes de la compañía finlandesa y el resto para comprar su división de dispositivos y servicios, que desde hace dos años y medio fabrica móviles con el sistema operativo de Microsoft. La unión de entre fabricantes de software y de hardware ha sido una constante en la industria tecnológica y del entretenimiento (Sony-Columbia, Apple-Pixar-Disney). La compañía fundada por Bill Gates no quiere perder el tren de la vanguardia tecnológica, en especial en el mercado de los móviles y las tabletas, dominado por Apple, Google-Android y Samsung. De momento, sueñan con relanzar el Windows Phone, al que seguirá su propia tableta. El siguiente paso –como ya está sucediendo en el caso de sus inmediatos competidores–, será la producción de contenidos propios.

4) Ascenso y consolidación de Netflix
            
      Este año 2013 puede considerarse el año de Netflix. Desde que en abril diera a conocer su manifiesto, la compañía fundada por Reed Hastings y Marc Randolph en 1997 se ha consolidado como una pieza clave en el panorama del entretenimiento doméstico a nivel mundial. Con una fórmula basada en cinco pilares (sencillez, comodidad y flexibilidad; calidad de contenidos, incluidos los propios; permanente mejora tecnológica; marketing; y expansión internacional). A fecha de hoy, este “videoclub online” posee unos 30 millones de suscriptores en Estados Unidos y cerca de 8 millones en los países donde ha comenzado a operar (América del Norte y del Sur, Oceanía y parte de Europa). En abril de este año logró superar a la HBO por primera vez en número de suscriptores estadounidenses (29,1 millones frente a 28,7), lo que marcó un hito y una declaración de intenciones. Sus series propias, como House of Cards, han sido un éxito de crítica y público. El pasado mes de septiembre, Netflix copó un tercio de todo el tráfico streaming de Estados Unidos durante el horario de prime time, muy por delante de sus inmediatos competidores. No es de extrañar que en los últimos meses Netflix haya sido un valor al alza en bolsa (sus acciones se cotizan por encima de los 300 dólares). De momento, el mercado del vídeo bajo demanda sigue al alza. Según algunos pronósticos, se espera que el visionado por internet (streaming) crezca exponencialmente estos próximos años, alcanzando las 26.000 horas dentro de un lustro. En esta ventana emergente, Netflix conservará de momento el liderazgo, con un pronóstico de 40 millones de suscriptores en 2015. Muy probable sus rivales más directos (Amazon, Redbox Instant, Intel, Google, Hulu, TV Everywhere, aparte de HBO) pondrán en marcha estrategias para no perder el tren de la competencia en este mercado –el doméstico (home entertainment)– que será el principal para el consumo de películas y series de televisión.

5) Avances en la lucha contra la piratería

         La piratería –o “robo digital”, como gusta denominarlo a algunos productores audiovisuales– sigue siendo el caballo de batalla en la consolidación del modelo de negocio en internet. Gracias al impulso de Estados Unidos, los gobiernos de los países desarrollados están acercando posturas acerca del modo de afrontar esta batalla. Parece claro que la estrategia tiene que ser unitaria, y apoyarse en una triple acción: homologación legal, educación cívica y ofertas online competitivas. Aunque ha habido considerables avances en nuestro país, gracias a la Ley Sinde, España sigue estando a la cabeza de los territorios con mayor índice de piratería (43%). El valor total del lucro cesante por la piratería en la industria del entretenimiento en España el año pasado ascendió a 1.220,6 millones de euros (un incremento del 51% sobre la facturación actual de estas industrias). En el caso concreto del cine, el lucro cesante total se sitúa en 326,6 millones de euros (un 9,6% del valor del total pirateado). Curiosamente, porcentajes significativos de internautas afirman que aceptaría publicidad a cambio de no pagar o que lo harían por un precio razonable.

6) A vueltas con el IVA cultural y los incentivos fiscales en España

          El incremento del IVA cultural del 7 al 21% ha sido una de las noticias más negativas de este año. La medida, aparte de resultar muy impopular, revela una cortedad de miras por parte del gobierno español. El Ministerio de Hacienda, siempre reacio a favorecer la desgravación fiscal –no sólo en tiempos de crisis–, prefiere resolver la necesidad de mayores ingresos a golpe de subida del impuesto que grava sobre el consumidor. Otros países europeos de nuestro entorno o bien han rebajado el IVA cultural o bien han promovido los incentivos fiscales. El éxito de la última edición de la Fiesta del Cine ha supuesto una declaración de intenciones y un grito al que no se deberían hacer oídos sordos. De momento, la Comisión del Cine, compuesta por representantes del sector y del gobierno, ha propuesto reducir de nuevo el IVA y aumentar la desgravación fiscal del 18 al 25%. Queda ahora por ver cuándo y cómo se lleva a la práctica.

7) Repunte en el consumo de películas

      Según Screen Digest, tras casi un lustro de decrecimiento, el año pasado comenzó a recuperarse el mercado del consumo de películas a nivel mundial, liderado por Asia (en especial China e India) y Oceanía, con un volumen total de 62 mil millones de dólares. Como datos de interés, sigue decreciendo el consumo a través de soporte físico en Norteamérica y en Europa. Sin embargo, pese al incipiente desarrollo de las plataformas online, las salas de cine siguen siendo a fecha de hoy el principal mercado de explotación para las películas (en términos de facturación total). Los pronósticos para años venideros apuntan a un incremento progresivo de los ingresos en salas, en canales de TV de pago y de vídeo bajo demanda y en plataformas digitales (por este orden). Se reducirán los mercados ligados a la copia física (DVD/Blu-ray), tanto de alquiler como de venta directa. En resumen, y tal y como hemos apuntado en ocasiones anteriores, el cambio de modelos de consumo audiovisual es evidente, aunque se implantará de manera mucho más lenta y paulatina de lo que algunos habían pronosticado, y terminará cristalizando en un modelo bipolar (cines y entretenimiento doméstico).

8) Estreno de El Cosmonauta

     En el mes de mayo se estrenó uno de los proyectos cinematográficos españoles más mediáticos e innovadores de los últimos tiempos: El Cosmonauta. Esta producción está asociada a tres nombres propios: Nicolás Alcalá (director), Carola Rodríguez y Bruno Teixedor (Riot Cinema Collective). Se trata de la primera película española financiada en un 80% de forma colectiva (crowdfunding), a través de microaportaciones de casi 5.000 personas e instituciones. Tras cuatro años de laborioso proceso y un metraje final de 80 minutos, este proyecto va más allá de la gran pantalla, para convertirse en un auténtico producto transmedia: El filme viene acompañado de 34 episodios de entre 2 y 15 minutos que lo completan, un libro, un falso documental y un plan de producción público y disponible a través de su web. Además, la película siguió el innovador modelo del estreno simultáneo multiventana, llegando al mismo tiempo a cines (bajo demanda), internet (gratis y en alta definición), televisión, DVD y Blue-Ray bajo licencia Creative Commons. De momento, es ya un caso de estudio a nivel internacional, y gracias a su carácter experimental y de aprendizaje, bien puede convertirse en un ejemplo de iniciativa para jóvenes cineastas. En cuanto a la efectividad de este modelo de negocio todavía es pronto para valorarlo en su justa medida.

9) Adiós a Elías Querejeta, el productor-autor

        A mediados de año falleció Elías Querejeta, uno de los productores más emblemáticos del cine español y europeo de las últimas décadas. Querejeta puede considerarse un pionero, gracias a su agudeza e intuición cinematográficas y a su particular entendimiento de este oficio. Impulsor de talentos como Antxón Eceiza, Carlos Saura, Víctor Erice, Manuel Gutiérrez Aragón, Montxo Armendáriz, o Fernando León de Aranoa, ha dejado una impronta imborrable en nuestro cine. Como afirma Gutiérrez Aragón, “Querejeta fue el primero que se planteó y consiguió que el producir fuera un arte comparable al de pintar, escribir o dirigir cine. Elías consiguió algo riguroso y aseado. Marcó un estilo en cuanto a la compenetración de un equipo formado por creadores”. Se trata de un raro y excepcional caso del productor-autor, cuyo cine se ha caracterizado por ser “ideológicamente comprometido, socialmente consciente, intelectualmente activo, estéticamente exigente e industrialmente firme” (Angulo et al.). Son pocos los cineastas de los que puede predicarse semejante equilibrio de cualidades. Quizá por ello mismo merezca el calificativo de Productor, con mayúscula.

10) Fin del Programa Media

     El final de 2013 trae consigo también el término del Programa Media de la Unión Europea tal y como se ha venido desarrollando hasta ahora. En su última edición (2007-2013), este programa ha seguido actuando como instancia para canalizar las ayudas europeas a la producción cinematográfica, que concentra su apoyo en la fase de desarrollo de proyectos y en la promoción. Aparte, ofrece una amplia variedad de ayudas a la formación, distribución, exhibición y nuevas tecnologías. En estos tres últimos años, la Unión Europea ha puesto en marcha también Media Mundus (2011-2013), una iniciativa de cooperación internacional unida a la anterior y destinada a reforzar las relaciones culturales y comerciales entre la industria europea del cine y la de terceros países. A partir de 2014, ambos programas serán sustituidos por Europa Creativa, la nueva plataforma de la Unión Europea el próximo sexenio, destinado a impulsar los sectores culturales y creativos de los Estados miembros.  






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lunes, 9 de diciembre de 2013

La revolución Netflix continúa: hacia el estreno simultáneo multiplataforma

           En una reciente intervención, durante la última edición del Film Independent Forum, el responsable de contenidos de Netflix, Ted Sarandos, lanzó una propuesta revolucionaria para unos y amenazadora para otros: “¿Por qué no estrenar películas en Netflix a la vez que en los cines?”.



            La idea del estreno simultáneo de películas en varias plataformas o ventanas (simultaneous release) sobrevuela Hollywood desde hace años, y ha levantado una polvareda de opiniones encontradas. A favor se encuentran algunos directivos de empresas innovadoras como el propio Sarandos, el multimillonario Mark Cuban, empresario y productor, y algún importante representante de las majors como Bob Iger, presidente de Disney. En contra, se sitúan los propietarios de las salas de cine y otro porcentaje de ejecutivos de Hollywood, de mentalidad más conservadora.

            En su intervención, Sarandos dirigió su crítica sobre todo a los primeros –“no culpo a los estudios, porque siempre tratan de ser innovadores”, matiza. En cambio, con su resistencia a variar el status quo de la secuencia de explotación comercial e innovar en su modelos de negocio, los exhibidores “no solo van a acabar con las salas de cine, sino que podrían acabar incluso con las películas”, subraya. Esta severa profecía del responsable de contenidos de Netflix se fundamenta, por un lado, en el cambio de paradigma en el modelo de distribución, basado en el consumo personalizado; y, por otro, en la necesidad de paliar el efecto de la piratería. “¿Por qué no satisfacer el deseo del consumidor de ver las películas cuando quiere –continúa Sarandos–, en vez de gastar decenas de millones de dólares en llegar a personas que no pueden permitirse vivir cerca de un cine, y que tendrán que esperar cuatro o cinco meses antes de poder verla?”.


Ted Sarandos (Variety)                                                                            John Fithian (Zimblo.com)

            La respuesta de la National Association of Theaters Owners (NATO), a través de su presidente, John Fithian, no se ha hecho esperar: “Los servicios baratos de suscripción y alquiler de películas acabaron con el negocio del DVD, y ahora Sarandos quiere acabar también el cine”, afirma. “El único negocio que se vería favorecido por la liberación de la actual secuencia de ventanas es Netflix. Si Hollywood hiciera lo que Sarandos sugiere, no quedarían muchas películas para los clientes de Netflix ni para ningún otro. No tiene ningún sentido acelerar el estreno en un eslabón posterior de la cadena [de distribución] desde el punto de vista del negocio”. Los argumentos de Fithian no parecen muy sólidos. Para empezar, el DVD ha muerto por sí mismo, desde el momento en que, gracias a la digitalización, desaparece la copia física (como ha ocurrido en el caso de la música y de los libros). Por otro, no está claro que deje de haber películas para la ventana online; más bien, al contrario, ya que el mercado principal seguirá siendo el consumo personalizado desde los hogares (home entertainment).

Razones para un debate

            ¿Hasta qué punto puede resultar beneficioso que una película se estrene a la vez en las salas y en internet? Es indudable que parte del público que acudiría al cine no lo hará si tiene la opción de ver un título de estreno en internet –por encontrarse lejos de las salas, por mera comodidad o incluso por ahorro. Sin embargo, parece más alta la probabilidad de que un porcentaje significativo de potenciales espectadores accedan a ver una película de estreno en una plataforma digital por un precio razonable. Disponibilidad de oferta, grado de accesibilidad y precio competitivo son tres claves que favorecen el consumo online frente a la piratería. En resumen, el total de facturación de una determinada película puede ser mayor si se permite su consumo a través de distintas opciones y no mediante un sistema rígido de explotación; es decir, el total de espectadores agregados puede ser sensiblemente superior al que tendría la película con la actual desglose de ventanas.

            Eso sí, la modalidad de estreno simultáneo significaría la pérdida de privilegio de los exhibidores. “Si no mantenemos las ventanas tal y como están ahora, las salas de cine no tendrán ninguna posibilidad [de subsistir]”, asegura uno de los propietarios de salas en Estados Unidos. En Europa, por otro lado, hace tiempo que los exhibidores han comenzado a experimentar la diversificación de la oferta y proyectan no sólo largometrajes, sino retransmisiones de espectáculos deportivos y musicales.

            En cualquier caso, el pressing de la NATO ha sido eficaz y Sarandos se ha visto obligado a matizar su discurso: “No me refería a un estreno simultáneo en sentido estricto (‘día y fecha’), sino a la necesidad de reajustar las ventanas para acercarnos a lo que el consumidor quiere”. En concreto, el directivo de Netflix propone reducir el periodo de exclusividad de los cines de 90 a 45 días. Aunque los exhibidores se resisten incluso a este reajuste, lo cierto es que la posible merma de ingresos sería mínima. Según Doug Stone, presidente de Box Office Analyst, el 96% del total de taquilla –en el caso del mercado norteamericano– se obtiene en las primeras seis semanas (42 días), así que, a partir de ese momento, los ingresos son marginales. “Cuando surgió el vídeo, todo el mundo predijo que los cines iban a hundirse –comenta Stone–, y lo cierto es que la asistencia a las salas no dejó de crecer”. Es más, algunos exhibidores verían con buenos ojos la posibilidad de estrenar en salas algunos títulos que hayan resultado exitosos en internet.

Renovarse o morir

   El estreno simultáneo multiplataforma se ha experimentado en unos pocos casos. Quizá los más conocidos sean los de Bubble (2005), dirigida por  Steven Soderbergh, y The Road to Guatanamo (2006), codirigida por Mat WhitecrossMichael Winterbottom. Por el carácter experimental de ambas películas, no existen cifras que sirvan para determinar el alcance de estos intentos.



           En 2011 Universal se propuso utilizar esta fórmula para su comedia Un golpe de altura (Tower Heist) –a cambio de un precio desorbitado para la opción de internet (59,99 US$)–, pero este intento fue abortado por la amenaza de boicot de la NATO. Desde entonces, se ha visto más oportuno apaciguar los ánimos y buscar el momento oportuno. El órdago de Sarandos y la reacción que ha provocado entre los exhibidores demuestra que ese momento todavía no ha llegado.

            Sin embargo, el cambio es imparable. Como señala un articulista de Deadline, Netflix ha sido solo el último en unirse a la discusión actual sobre cómo deberían evolucionar los modelos de distribución cinematográfica. Ahí está ejemplo de la televisión, que se ha adaptado al cambio de un modo más ágil. El cable e internet han superado a la programación convencional. Los espectadores desean ver los contenidos televisivos cuando, dónde y cómo quieran. En el ámbito del cine independiente, el estreno multiplataforma ofrece una alternativa viable al modelo tradicional de distribución, donde se necesita un importante gasto en copias y publicidad. Por otro lado, como afirmaba Sarandos, ¿tiene sentido invertir tanto dinero en promoción para el estreno cinematográfico, y luego volver a invertir más aún para relanzar ese título de nuevo, cuando llega al mercado del DVD?

            De momento, cada cual sigue en sus trece. Para el presidente de los exhibidores norteamericanos, “las salas de cine generan el mejor retorno para la industria del cine, por el reparto de taquilla y por el control individual del consumo. Netflix, en cambio, produce un retorno mínimo. Ted [Sarandos] es parcial: defiende el modelo de Netflix porque es su negocio. Yo, en cambio, defiendo los intereses del cine en general (…). No puedo oponerme a que lo intente –continúa Fithian–, pero sus ideas sobre el modelo de estreno simultáneo son simplemente una locura y podrían acabar destruyendo la industria del cine”. El aludido tiene otra visión completamente distinta: “Descubrir nuevas maneras de hacer rendir mejor el mercado es algo saludable para los estudios, pero hacerlo a costa del entusiasmo de los consumidores por el producto me parece ir demasiado lejos. Por eso soy un gran defensor de adelantar la ventana de vídeo bajo demanda premium dentro del ciclo de explotación. Solo intento reajustar las ventanas para que la gente decida no seguir robando [mediante la piratería]. La actual secuencia de ventanas se articuló mucho antes de que la gente dispusiera de internet en sus casas (…). Aferrarse a un sistema obsoleto no sirve para nada, salvo para fomentar la piratería”. Y concluye: “Netflix está innovando en nombre de los consumidores, está logrando que cada vez el consumidor se encuentre más cerca de lo que quiere. Creo que es mucho mejor negocio ofrecer a los consumidores lo que quieren, que crear barreras artificiales entre el producto y el consumidor”. Sarandos dixit. Y mucho me temo que, a raíz de los argumentos esgrimidos, el tiempo le dará la razón.

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viernes, 29 de noviembre de 2013

La sombra de Netflix es alargada

            Desde que el pasado mes de abril Reed Hastings, CEO de Netflix publicara su manifiesto, la compañía que dirige no ha dejado de crecer, hasta el punto de convertirse en una de las “empresa de moda” en Hollywood (y en el mundo entero). De hecho, no han faltado quienes la han bautizado como “la nueva HBO”, aunque las comparaciones suelen ser odiosas y no del todo exactas.

Fuente: Variety

              A fecha de hoy, este “videoclub online” posee unos 30 millones de suscriptores en Estados Unidos y cerca de 8 millones en los países donde ha comenzado a operar (América del Norte y del Sur, Oceanía y parte de Europa). En abril de este año logró superar a la HBO por primera vez en número de suscriptores estadounidenses (29,1 millones frente a 28,7), lo que marcó un hito y una declaración de intenciones. En la última edición de los premios Emmy, Netflix fue uno de os grandes contendientes gracias a House of Cards, aunque de las 14 nominaciones solo cristalizó la de mejor director de serie dramática (David Fincher, por House of Cards).

           El pasado mes de septiembre, según un estudio, Netflix copó el 31,6% de todo el tráfico streaming de Estados Unidos durante el horario de prime time, muy por delante de YouTube (18,6%), de Amazon (1,6%) o de Hulu (1,3%).

            No es de extrañar que en los últimos meses Netflix haya sido un valor al alza en bolsa. A los datos anteriores se suman algunos acuerdos como el firmado con Virgin Media en el Reino Unido el pasado mes de septiembre, que disparó el valor de las acciones a 300 dólares y desde entonces no ha bajado de ese listón.

Netflix vs. HBO

           En un interesante artículo de Variety, Todd Spangler analiza las semejanzas y diferencias entre Netflix y HBO. Si bien es cierto que ambas compañías basan su estrategia en adquirir un buen catálogo de títulos y en invertir en contenido original, sus modelos de negocio –de momento– difieren notablemente (ver tabla adjunta).

Fuente: Elaboración propia sobre Variety

            Señala Spangler que mientras HBO ha adoptado el modelo de negocio de los estudios de Hollywood (convirtiéndose en un mini-estudio ella misma), es decir, invirtiendo en producción propia, Netflix sigue siendo de momento más un programador-distribuidor que un productor propiamente dicho. En efecto, la cadena de TV de pago produce el 95% de sus contenidos con un desembolso anual de 1.000 millones de dólares, que recupera gracias a sus 114 millones de suscriptores (repartidos en 65 países) y a la venta de DVDs. El videoclub online, en cambio, sigue un modelo de adquisición de derechos para distribución-emisión y venta de licencias de sus contenidos originales. De momento, solo el 5% del total de contenidos que ofrece Netflix es de producción propia –para los que invierte cerca de 150 millones de dólares–, aunque prevé alcanzar el 10% o 15% en los próximos años.

            A esto se añade el tamaño y veteranía de ambas empresas. Mientras HBO posee el perfil de una empresa consolidada y dominante en el sector de los contenidos de pago (incumbent firm), con más de 40 años de experiencia, Netflix sigue siendo considerado un nuevo jugador (start-up). En 2012 declaraba un beneficio de 1.500 millones de dólares sobre unos ingresos de 4.500 millones. Netflix, en cambio, revelaba unas ganancias de 17 millones de dólares, sobre unos ingresos de 3.600 millones (de los que 1.100 correspondían al negocio analógico –envío postal de DVDs).

            Por último, aunque Netflix resulta una oferta más atractiva para el bolsillo del consumidor (cuota de 8 dólares al mes, con visionado en streaming ilimitado) frente a los 10-15 dólares de la suscripción mensual a HBO, la cadena de TV de pago carece de otros costes tradicionalmente asociados al modelo de distribución directa al consumidor (como por ejemplo los call centers). En el caso de HBO, la mayoría de suscriptores siguen siendo de cable, y la atención al cliente depende de cada distribuidor o plataforma.

Contenidos propios y ajenos de calidad

            Sea como fuere, y mal que le pese a HBO, parece claro que Netflix se está convirtiendo en una mímesis de la cadena de pago, a la que ya ha comenzado a ensombrecer. Para empezar, sigue fortaleciendo el activo de su catálogo, incorporando sellos de éxito. En diciembre del año pasado firmaba un acuerdo con Disney (incluyendo Pixar y Marvel), ampliado recientemente para las desarrollar varias franquicias del estudio de Stan Lee. En concreto, a partir de 2015, Netflix dispondrá en exclusiva de cuatro series de Marvel TV (Daredevil, Jessica Jones, Iron Fist y Luke Cage), así como la miniserie final The Defenders.

            A estos acuerdos se han sumado el firmado con The Weinstein Company el pasado mes de agosto, para hacerse con los derechos en exclusiva en internet de todos los estrenos cinematográficos de esta productora-distribuidora a partir de 2016, incluyendo The Artist y documentales de prestigio como Undefeated.

            En cuanto a las producciones propias, Netflix cuenta de momento con seis series –House of Cards, Hemlock Grove, el revival de Arrested Development, Orange is the New Black, Derek y la segunda temporada Lillyhammer–, y pronto sumará documentales y comedias de situación.

Expansión internacional

            La conquista de nuevos territorios es la otra gran estrategia de desarrollo. De momento, Netflix se halla presente en 41 países de todo el mundo. Allí donde llega, se convierte en un fenómeno sin precedentes. En el caso del Reino Unido, por ejemplo, en menos de veinte meses alcanzó la cifra de 1,5 millones de suscriptores.

Fuente: Thomas James (Variety)

            En esta dinámica de expansión, el talón de Aquiles sigue siendo Europa, donde, aparte de la piratería, existe una diferente consideración de la propiedad intelectual y de la duración de las ventanas. Después del intento fallido de España –reanunciado para finales de este año pero pospuesto sine die–, la empresa de Hastings ha decidido intentarlo primero en Francia, aunque tendrá que vencer una férrea resistenciaDe momento, representantes de la compañía han viajado a Parías para negociar directamente con el gobiernode Hollande, y próximamente lo harán con su homólogo alemán. En cualquier caso, el pulso parece casi vencido, ante la proliferación de trucos y by-passes para poder ver Netflix en aquellos territorios donde todavía no está oficialmente presente.

Un mercado al alza

            De momento, el mercado del vídeo bajo demanda sigue al alza. Según algunos analistas, se espera que el visionado por internet (streaming) alcance las 13.000 millones de horas durante este año 2013, y llegue al doble en 2018. En esta ventana emergente, Netflix conservará de momento el liderazgo, con un pronóstico de 40 millones de suscriptores en 2015. Muy probable sus rivales más directos (Amazon, Redbox Instant, Intel, Google, Hulu, TV Everywhere, aparte de HBO) pondrán en marcha estrategias para no perder el tren de la competencia en este mercado –el doméstico (home entertainment)– que será el principal para el consumo de películas y series de televisión.

Actualizado a 7/12/13

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